Ding Liren

«No me gusta hacer un plan por mí mismo. Estudio ajedrez cuando tengo ganas de hacerlo.»

Ding Liren es actualmente el Campeón del mundo de Ajedrez y fue tres veces campeón de China, y todavía tiene mucha lucha por delante. Si no que también es un jugador increíblemente entretenido y atrevido.

Los padres de Ding lo introdujeron al juego a la increíblemente tierna edad de cuatro años, lo llevaron a un club de ajedrez y le dieron la misma alineación de entrenadores titulares que tenía la ex campeona mundial femenina Zhu Chen. Esto claramente valió la pena. A los dieciséis años, sacudió el mundo del ajedrez chino hasta sus cimientos al quedar invicto en el campeonato de 2009 en un torneo que incluía varios jugadores de más de 2700 (en ese momento Ding aún no era ni siquiera un gran maestro, ¡aunque si lo estaría después del torneo!) convirtiéndose en el campeón nacional chino más joven de la historia. Ding también tiene una racha invicta de 100 partidas en ajedrez de alto nivel, un récord sólo superado por Carlsen.

Estilo de juego:

El escritor de Chess.com, Gregory Serper, ha descrito a Ding Liren como un jugador “impredecible”. Parece tener una actitud relajada hacia el juego, estudiando cuando le apetece (lo cual, para ser justos, probablemente sea bastante frecuente) y esto parece reflejarse en su juego. Su juego es extremadamente diverso y cómodo. En una partida parecerá un jugador clásico sólido, en la siguiente comenzará con una apertura tranquila sólo para convertir la partida en una salva táctica con una novedad en la jugada quince. Simplemente nunca sabes qué Ding vas a ver en un día determinado. Por supuesto, esto hace que sea increíblemente difícil prepararse contra él, lo que sin duda ayudó a su increíblemente larga racha invicta.

Bai – Liren, 2017:
Posición tras 15. Dxc3! Para mí, este es un increíble sacrificio especulativo de Dama desde una perspectiva humana. Puede que a las máquinas no les guste, aunque no lo odien, e incluso después de Cxb2 con jaque descubierto y la eventual caza del rey resultante, el resultado está lejos de ser claro. Pero es una medida basada en principios. Las blancas no se han enrocado y todas las piezas negras apuntan al rey. Esta es, con diferencia, la forma de jugar más emocionante y desafiante.