David Bronstein
«El arma más poderosa en el ajedrez es tener el siguiente movimiento.»
Bronstein es un nombre que a menudo aparece en discusiones sobre los mejores jugadores que nunca se convirtieron en campeones del mundo, y sin duda estuvo muy cerca de serlo, perdiendo por poco ante Botvinnik por lo que hoy sería un tecnicismo (su match fue un empate). , lo que en 1951 supuso que el campeón consiguiera conservar el título). Sin embargo, mereciera o no ganar ese match, Bronstein demostró una y otra vez ser uno de los tácticos más devastadores e imaginativos que jamás haya jugado este juego, así como un escritor de ajedrez casi incomparable.
Bronstein se convirtió en maestro soviético a los dieciséis años después de empezar a jugar cuando tenía seis años, pero los inicios de su carrera no fueron de éxito inmediato y no estuvieron exentos de tragedia. Durante la Segunda Guerra Mundial, su padre fue encarcelado en un gulag basándose en pruebas espurias, y surgió un rumor (que parece tener poca evidencia) de que estaba relacionado con León Trotsky. no obstante, la vida siguió adelante y con ella su ajedrez, convirtiéndose en un gran maestro y el mejor jugador soviético en 1948. Con el tiempo, Bronstein se dedicó a escribir ajedrez, ya que siempre había tenido una visión del juego más romántica que algunos, y fue un excelente comentarista (algunos dicen que best ever) y su libro torneo internacional de ajedrez de zurich 1953 está considerado como un texto fundamental en la literatura ajedrecística por sus anotaciones sobre uno de los torneos más importantes de la historia.
Estilo de juego:
Bronstein era un romántico y se notaba. Fue, algo único para un jugador de primer nivel después del siglo XIX, un gran defensor de la agresiva y atrevida apertura del Gambito de Rey. Aún más impresionante, esta apertura le proporcionó resultados frente a una competencia verdaderamente formidable. El nombre de Bronstein está a la altura del de Tal cuando se trata de los innovadores y los grandes tácticos del juego y cuando se trata de visión del tablero, creatividad y capacidad de sacar vida de una posición, es difícil encontrar un mejor jugador que Bronstein. .