500 dólares.
Bobby Fischer con 15 años era un ajedrecista famoso y conocido en todo el Mundo, por ello fue requerido para jugar multitud de sesiones de simultaneas. Relacionado con este tema un compañero de tablero le preguntó por la tarifa que cobraba en este tipo exhibiciones, Fischer contestó: «500 dólares» (una cifra muy alta para la época). Sorprendido, el maestro le preguntó: «¿Y has dado muchas?», a lo que el genial Robert contestó: «Hasta ahora, ninguna». Hay que recordar que más adelante Fischer conseguiría, con su insistencia, que los ajedrecistas cobraran importantes sumas por participar en los torneos.